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Visión
Tengo una mirada muy personal con el interiorismo, el diseño, o la arquitectura. Y voy a opinar desde ese lugar, que es el que conozco.
Con los años he notado que la gente proyecta su casa con muchas expectativas y energía, pero muchas veces le da demasiada cabida a agradar al prójimo o a seguir la tendencia en vez de seguir su intuición y su propio estilo. Todos tenemos un estilo; elegimos cómo vestirnos, cómo arreglarnos, sabemos en qué lugares nos sentimos a gusto, y tantas otras cosas que hacen a nuestra propia identidad. Nuestra casa debería tener que ver con eso, con nuestra personalidad, nosotros más que nadie sabemos qué nos gusta, qué hacemos en nuestra propia casa, cómo nos movemos, qué parte de la casa vivimos más, si preferimos estar más en el cuarto o en el living, si en la realidad preferimos tirarnos en un cómodo sofá para comer en vez de estar sentados en el comedor. El día a día es más importante que la visita ocasional de amigos. Somos nosotros quienes conocemos nuestros usos y costumbres, y forzar o cambiarlos en nuestra propia casa no parecería ser la mejor opción.
El arquitecto, diseñador o profesional que contratamos debería ser quien nos ayude a concretar nuestro propio estilo; ése debería ser, según mi parecer, la idea rectora en nuestra propia casa. En mi caso, me gustan los espacios que transmiten cierto clima y personalidad. Quizás ésa sea la idea rectora de toda la casa.
Ambientes
Diseño los ambientes proyectando cómo será la vivencia. En el living por ejemplo, busco cierta intimidad y calidez; sillones cómodos que estén cerca uno del otro y una iluminación cálida desde abajo. Si hay espacio para armar otro living más chico e íntimo, también lo hago, ya que ése termina siendo el lugar que más uso, con mi familia y con invitados.
Los cuartos, los prefiero del tamaño justo y funcionales, no me gusta que mis hijos se aíslen en sus cuartos sino que prefieran disfrutar de la comodidad y calidez del living, que es para mi el espacio de reunión de la casa.
Mi baño lo pienso como un spa, un espacio casi sagrado y de máxima intimidad. Tener una opción de iluminación muy tenue, con música, es el momento del día para estar conmigo mismo, un ritual de relax y paz.
La cocina es un lugar de la casa que en lo personal no vivo mucho, asique le doy las comodidades y funcionalidad que requieren, siguiendo con el mismo lenguaje estético del resto de la casa.
En el caso de los lugares de circulación o hall de entrada, los veo como ideales para transmitir climas que provoquen a los sentidos, la iluminación, materialidad y escala juegan un rol clave.
Como decía al inicio, esto es una mirada muy personal, y en mi humilde opinión, es como debe ser la casa de cada uno.